Las fases del sueño: NREM Y REM. Ambiente idóneo y beneficios para la salud
27 de junio de 2019
Por Elsevier Connect
Un descanso y un sueño adecuados son tan importantes para la salud como una buena nutrición o el ejercicio apropiado. La salud física y emocional depende de la capacidad para satisfacer estas necesidades humanas básicas. Los individuos necesitan diferente cantidad de sueño y descanso. Sin la cantidad apropiada de sueño y descanso, se reduce la capacidad para concentrarse, razonar y participar en las actividades diarias, y la irritabilidad aumenta.
A través de la última edición de Fundamentos de enfermería se abre en una nueva pestaña/ventana, el estudiante y el profesional aprenderá a identificar y tratar las alteraciones de los patrones de sueño de los pacientes, un objetivo importante dentro del proceso de cuidados. Para ayudar a los pacientes, debemos entender la naturaleza del sueño, los factores que inciden en él y los hábitos de sueño del paciente. Los pacientes necesitan enfoques individualizados basados en sus hábitos personales, patrones de sueño y problemas particulares que influyen en él. Las intervenciones de enfermería deben ser efectivas para resolver los trastornos del sueño, tanto los de corta como los de larga evolución.
El sueño promueve la curación y la recuperación ( Huether et al., 2012 ). Conseguir la mejor calidad de sueño posible es importante para la promoción de una buena salud y de la recuperación de la enfermedad. Las personas enfermas suelen requerir más horas de sueño y descanso que las sanas. Sin embargo, la naturaleza de la enfermedad a menudo impide a algunos pacientes descansar y dormir lo suficiente. El entorno de un hospital o centro de larga estancia y las actividades de los profesionales de la salud a menudo dificultan el sueño. Algunos pacientes tienen trastornos del sueño previos; otros los desarrollan como consecuencia de la enfermedad o de la hospitalización.
Factores como la luz, la temperatura, las actividades sociales y las rutinas de trabajo inciden sobre los ritmos circadianos, incluyendo los ciclos diarios de sueño-vigilia. Todas las personas tienen relojes biológicos que sincronizan sus ciclos de sueño. Esto explica que algunas personas puedan dormirse a las 8:00 p. m., mientras que otros se acuestan a medianoche o de madrugada. Cada persona funciona mejor en diferentes momentos del día.
Los hospitales o las instituciones de larga estancia no suelen adaptarse a las preferencias individuales del ciclo sueño-vigilia. Las rutinas habituales interrumpen el sueño o impiden que los pacientes se duerman a su hora habitual. Cuando el ciclo de sueño-vigilia de una persona se altera, el sueño es de poca calidad. Las inversiones en el ciclo sueñovigilia, como estar despierto durante la noche y dormir durante el día, pueden ser indicativos de una enfermedad grave.
Los beneficios del sueño sobre la conducta suelen pasar desapercibidos hasta que una persona desarrolla un problema derivado de la falta de sueño. Una pérdida de sueño REM lleva a sentimientos de confusión y suspicacia. Varias funciones del cuerpo (p. ej., el estado de ánimo, el rendimiento motor, la memoria y el equilibrio) se alteran cuando se produce una pérdida de sueño prolongada ( National Sleep Foundation, 2014e ). También se producen cambios en la función inmune innata y celular con la privación de sueño de moderada a grave.
La obra
Fundamentos de enfermería se abre en una nueva pestaña/ventanaofrece al estudiante los conceptos fundamentales de enfermería, actividades y técnicas de práctica enfermera y una base firme para el estudio de áreas más avanzadas y, por otro, fomentar el amor por la profesión y servir de puente entre la teoría y la práctica de la profesión.
Mantiene su enfoque en la calidad y la seguridad y en las características apreciadas por los estudiantes y profesores de anteriores ediciones como su diseño, formato visualmente atractivo y fácil de usar.
Incorpora los diagnósticos de la NANDA 2015-2017, incluye una nueva habilidad sobre la prevención de caídas en los ámbitos asistenciales, recoge los informes Healthy People 2020 y 2016 National Patient Safety Goals de The Joint Commission y contiene 100 nuevas imágenes que clarifican los procedimientos y familiarizan al estudiante con las novedades en equipos clínicos. Asimismo, se han actualizado los cuadros "Práctica basada en la evidencia" y se ha reorganizado los capítulos de Inmovilidad y Actividad y ejercicio, y el de Aspectos culturales se ha redactado de nuevo.